Cazú Zegers, Germán del Sol y Martin Hurtado son sólo algunos de los destacados arquitectos nacionales a quienes Enzo Valladares ha calculado sus obras. Para él, la madera posee una escala dimensional mayor al momento de competir con otros materiales, lo que se ve como una oportunidad en el diseño arquitectónico y que va íntimamente relacionado con la proposición del arquitecto.
Fundador de la consultora VPA en 1996, se ha preocupado por alcanzar una adecuada vinculación entre los elementos estructurales y sistemas no convencionales –“aspecto fundamental al momento de diseñar proyectos”, asegura– con el objetivo de cuidar las opciones estéticas de la madera y que no pierda su esencia natural, evitando convertirse en un “aglomerado de artificios técnicos”, dice.
Esto se ve especialmente en su trabajo con el arquitecto Germán del Sol y el Hotel Explora de Atacama, el cual recibió un reconocimiento especial en la III Bienal Iberoamericana de Arquitectura en 2002, siendo destacada como mejor obra latinoamericana.
“También hemos diseñado viviendas donde implementamos sistemas de losas colaborantes en hormigón con nervios de madera, para proyectos del arquitecto Horacio Schmidt, y hemos resuelto desafíos arquitectónicos de grandes luces con madera, que es una de sus grandes virtudes”, cuenta.
En general, me gusta la idea de explorar los sistemas estructurales en los proyectos que me toca desarrollar, independiente del material. Es muy interesante preguntarse cómo operaría la madera en estos sistemas, investigar su desempeño y su resultado estético. Por otro lado, me parece que la madera debiera participar más activamente como material estructural en ámbitos de infraestructura e industria, como por ejemplo en puentes, pasarelas, canales de riego, cubiertas de grandes dimensiones y edificaciones de mediana altura.
Su principal potencial como elemento estructural es su resistencia al fuego, aunque algunos lo vean como una debilidad. No es necesario usar elementos accesorios, pues la madera resiste por sí misma. Además, está la calidez, y con las nuevas tecnologías se puede prefabricar completamente una vivienda en madera.
Bueno, nos falta mejorar las capacidades que le otorgamos desde un punto de vista sísmico, mejorar sus condiciones dentro de la norma actual. Es posible empezar a levantar edificios de más de tres pisos con madera, pero se necesita mejorar sus parámetros sísmicos.
En el factor de modificación de la respuesta, por ejemplo, que es muy bajo hoy en día. Otros países en zona sísmica le otorgan un valor mayor que el nuestro y es factible de mejorar, con lo cual le daríamos a la madera la posibilidad de utilizar su mayor capacidad plástica, la cual está hoy menoscabada con este parámetro.
En particular, para los ingenieros, quisiera insistir en que no abandonen la exploración estructural. La arquitectura en nuestro país es de un elevado nivel y siempre demandará nuevos desafíos. Esto vuelve apasionante la labor de la ingeniería estructural, especialmente en un país con tan alta demanda geofísica como Chile.
Imagen principal: Hotel Tierra Patagonia de Cazú Zegers / ©Christian Spies