En qué consiste el cambio a la norma chilena de construcción en madera

Entrevista_Hernan_Santa_Maria

Parece un secreto a voces, una modificación imperiosa a la normativa vigente de la que todos hablan pero que poco se conoce. Aquí, el ingeniero Hernán Santa María explica el cambio que está llevando adelante el Centro UC de Innovación en Madera.

Ya no es novedad que los diversos sistemas constructivos en madera alrededor del mundo sean capaces de levantar edificios de más de seis pisos sin problemas. Sin embargo, en Chile, la normativa vigente sólo permite llegar hasta tres.

¿La razón? Es que la norma que establece la resistencia de los edificios ante eventos sísmicos está basada en el comportamiento del hormigón y no en las propiedades intrínsecas de la madera, la cual puede deformarse en una mayor amplitud sin afectar su estructura.

Ese sería el principal impedimento para construir edificios en madera de más pisos, porque exigiría –debido a la norma– “rigidizar” un material que de por sí es flexible, encareciendo los costos generales y convirtiendo está alternativa en una comparativamente menos atractiva.

Por eso, el cambio a la normativa vigente es uno de los ejes de trabajo prioritarios de Madera21, aspecto que también aborda el Programa Estratégico Mesoregional de la Madera con el fin de generar las condiciones necesarias para la construcción de mediana altura.

El ingeniero Hernán Santa María, de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica, tiene experiencia en este tema, y está trabajando con el Centro UC de Innovación en Madera (CIM UC-Corma), la Escuela de Arquitectura UC, la Universidad del Bío-Bío y empresas miembros del CIM, para llevar adelante modificaciones a la norma chilena sobre el diseño sismorresistente de edificios (NCh433).

“En la actualidad estamos estudiando proponer un cambio que permita deformaciones mayores para edificios de madera –inicialmente con estructura de marco/plataforma– con muros de marcos de madera con placa arriostrante”, explica el experto. “Además, queremos proponer un método de diseño para esas estructuras, que sirva de guía a ingenieros y calculistas y que se incorpore en la norma NCh1198, la cual entrega indicaciones sobre cómo verificar la resistencia de vigas y columnas de madera aserrada y laminada”, agrega.

 ¿Cuáles son las principales falencias de la normativa actual?

La norma NCh1198 no entrega disposiciones que permitan a un ingeniero calcular la resistencia y la rigidez de un edificio estructurado con muros de madera. El límite de deformación máxima de entrepiso que impone la norma sísmica NCh433 es 0,002 H (donde H es la altura de entrepiso). Esto es un límite bastante exigente que produce que en edificios de estructura de muros de madera sea muy difícil de cumplir. Este límite obliga a diseñar estructuras bastante rígidas lateralmente, lo que es un problema para la madera que tienen estructuraciones más flexibles.

– ¿Qué falta para que entre en vigencia la nueva normativa?

El proceso por el cual uno puede proponer modificaciones a la norma debe incluir la verificación de que si se aceptan esas propuestas, los edificios que se diseñen serán seguros y tendrán un desempeño sísmico adecuado. Para eso se deben cumplir, al menos, las siguientes etapas: primero, el análisis experimental del sistema estructural sometido a cargas sísmicas, y además en este caso, a cargas gravitacionales altas. Es necesario para ello revisar la literatura existente y hacer ensayos de muros sometidos a cargas cíclicas de corte y cargas verticales.

La segunda etapa tiene que ver con la modelación de edificios para verificar su comportamiento. Estos modelos se deben calibrar con los resultados experimentales y permiten estimar los desempeños que tendrán edificios diseñados con diferentes requisitos. Hay que evaluar, también, si las modificaciones sugeridas son apropiadas.

En la actualidad vamos a iniciar la primera etapa y esperamos que en menos de 2 años el estudio esté completo, incluida la etapa de análisis. Después se debe entregar la propuesta a los comités de normas (de NCh433 y NCh1198), los que deben revisarlas, hacer una consulta pública y después aprobar las propuestas, lo que puede tomar al menos otros 6 meses.

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