25 de Diciembre, 2017
“10 Star Home” es el nombre del proyecto, que construyó Clare Cousins Architects y The Sociable Weaver, casi sin generar desechos y que ha obtenido una calificación energética de 10 estrellas, característica que le dio el nombre.
Durante la construcción, los arquitectos trabajaron con los proveedores para reducir el embalaje que se entregó en el sitio, junto con reciclar y reutilizar la mayor cantidad de material posible. Por ejemplo, los cortes de yeso se usaron en el jardín para agregar minerales al suelo.
La empresa australiana de diseño y construcción The Sociable Weaver informó que solo se enviaron tres bolsas de basura al vertedero durante todo el período de construcción.
Esta casa ubicada en la costa no requiere calefacción o refrigeración mecánica y mantiene una temperatura interior agradable durante todo el año, gracias a la ventilación cruzada y al diseño solar pasivo.
Las características de ahorro de energía incluyen un panel fotovoltaico de cinco kilowatt en el techo, pisos de concreto industrial que mejoran la masa térmica, aislamiento debajo de losa, madera sólida certificada por el Forest Stewardship Council (FSC) y ventanas de doble vidrio.
En el interior, los arquitectos utilizaron sellantes y pinturas naturales en pisos, paredes y techos. Además, algunos accesorios tienen un origen sustentable como ropa de cama y colchones de algodón orgánico. La casa está equipada con productos de limpieza naturales no tóxicos e incluso cepillos de dientes de bambú.
“No queríamos construir una casa demasiado técnica o demasiado cara para el mercado convencional”, afirma Dave Martin, cofundador de The Sociable Weaver y agrega: “Queríamos que 10 Star Home demostrara cómo un constructor puede lograr fácilmente estos resultados de sostenibilidad para el presupuesto de cualquier cliente”.
Además de la construcción sin desechos y bajo consumo de energía, la casa está diseñada para alentar activamente a los ocupantes a vivir un estilo de vida más sustentable. Así, los residuos orgánicos generados en el sitio durante la construcción se usaron para comenzar un compost activo en el jardín de la casa, donde se anima a los ocupantes a cultivar sus propios alimentos.
Por otro lado, el proyecto cuenta con un “interruptor verde” que apaga toda la energía de la vivienda, a excepción del refrigerador. Esto fomenta a que los habitantes apaguen la casa por la noche para disminuir el impacto de las frecuencias electromagnéticas.
“A través del análisis del ciclo de vida realizado por eTool, el modelado muestra que durante la vida útil del hogar, esta casa no solo anulará su huella de carbono, sino que la superará positivamente”, señalan desde The Social Weaver.
“Esto equivale a 203 kilogramos de emisiones de carbono ahorrados por año y por habitante, lo que equivale a plantar 9.553 árboles o eliminar 48 millones de globos de dióxido de carbono de la atmósfera”, explica el estudio de arquitectos.
La casa ha sido construida en un desarrollo costero llamado The Cape y está permanentemente abierta al público como una casa piloto. The Sociable Weaver espera que la casa “anime a otros constructores, arquitectos y estudiantes a aprender de sus logros”.
Publicado originalmente por Ali Morris para el medio Dezeen.com. Las fotografías fueron tomadas por Dan Hocking.