El panorama de la construcción en madera en Chile, es bastante disímil. Solo el 20% de las construcciones del país tienen incorporado este material, según reportes del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), a pesar de disponer de un recurso forestal de casi 18 millones de hectáreas, entre bosque nativo y plantaciones, lo que equivale al 23,7% de la superficie nacional, de acuerdo con estudios del Instituto Forestal (INFOR).
Desde luego, la mayoría de estos recursos se concentran en el sur de nuestro territorio: más de 16 millones de hectáreas entre las regiones del Maule y de Magallanes, lo que alimenta un circuito virtuoso que contempla la industria de la madera, con una producción de 8,3 millones de metros cúbicos de madera aserrada en 2018, manteniéndose por cuarto año consecutivo sobre esta cifra.
De acuerdo con los análisis de INFOR, organismo adscrito al Ministerio de Agricultura, el 68% de los aserraderos permanentes del país tiene nociones del concepto de madera aserrada estructural, sin embargo, en particular las pymes del aserrío presentan importantes brechas tecnológicas para su producción.
Según la Cámara Chilena de la Construcción, al año 2017 había un déficit habitacional de 739 mil 603 viviendas para más de 2 millones 200 mil personas, cifra que considera solo a las viviendas que se necesitan para reemplazar a aquellas inhabitables. Por tanto, estas cifras ponen énfasis en la necesidad de intensificar las labores de investigación, transferencia y difusión respecto de las ventajas de la madera como elemento constructivo estructural. Hoy, se evidencia, claramente, una debilidad que no se ha hecho cargo de una tremenda oportunidad para el sector forestal maderero: contribuir a equiparar la falta de vivienda en el país, utilizando madera estructural.
En efecto, construir en madera presenta una serie de ventajas respecto de otras materialidades, tales como: menor gasto energético, menor tiempo de construcción, buen comportamiento antisísmico, entre otros, además de ser un recurso renovable que contribuye en su producción a la captura de carbono y que presenta un buen comportamiento frente al fuego, desmitificando la vulnerabilidad de este material.
Si bien, un estudio de opinión a nivel nacional realizado por INFOR, da cuenta que alrededor del 50% de los encuestados valora el uso de la madera en la construcción, se hace urgente y necesario avanzar en investigación, transferencia y difusión respecto de las bondades de la madera estructural y de la riqueza del recurso que tiene el país, para responder al déficit habitacional y con ello además avanzar en una construcción sustentable, que permita alcanzar las metas establecidas por el Consejo de Política Forestal que proyectó al 2035 “convertir a la madera en uno de los principales componentes de los materiales de construcción en el país, incrementando sustancialmente su utilización en vivienda, industria e infraestructura pública, basado en un producto estandarizado y certificado por parte de la industria maderera”.
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