30 de Julio, 2020
La propuesta de MVRDV, que hubiera sido el edificio más grande del mundo en madera, obtuvo el segundo lugar en una competencia internacional para la nueva sede de la compañía Gazprom Neft con base en San Petersburgo.
“Con el edificio de Gazprom, fuimos al final los segundos, después de muchas discusiones”, dijo el cofundador del estudio de arquitectura Winy Maas en una entrevista en vivo. “Nuestro edificio fue en madera para Gazprom con el propósito de reducir las emisiones de carbono en San Petersburgo”.
El estudio de arquitectura holandés tomó la decisión de entrar en la competición tras discusiones internas sobre los méritos de trabajar para un cliente tan contaminante.
“Tras un debate considerable sobre si MVRDV debería comprometerse con uno de los tres productores más grandes de emisiones de carbono, MVRDV decidió mantener una dedicación al diseño sostenible”, dijo Maas.
El diseño del estudio para las sedes de Gazprom Neft hubiera sido el edificio en madera más grande del mundo. El bloque de oficinas hubiera sido levantado sobre un parque en un “bosque” de 119 columnas de madera.
Sin embargo, la compañía, que es el brazo petrolero de la firma energética rusa Gazprom, rechazó el diseño a favor de una propuesta del estudio de arquitectura japonés Nikken Sekkei.
“Se habría hecho que el primer edificio de madera flotante de la sede”, dijo Maas. “Es una pena. Empujas, retrocedes, no lo alcanzas”.
El arquitecto presentó en el Festival Virtual de Diseño sus ideas para ciudades más sostenibles, incluyendo un concepto llamado “Green Dip”, donde grandes cantidades de vegetación serían introducidas en las ciudades.
“Creo que sería bueno sumergir nuestro planeta en verde”, dijo, “para transformar de alguna manera lugares como Hong Kong en un sueño verde”.
Sin embargo, Maas admitió que era difícil lograr que los clientes aceptaran encargar más proyectos amigables con el medio ambiente.
“Es difícil convencer a los clientes”, dijo Maas cuando se le cuestionó sobre el uso de materiales insostenibles como el concreto por parte de su empresa. “Al final, perdemos”.
La admisión de Maas se produce cuando los estudios de arquitectura luchan con el desafío de vivir de acuerdo con sus ideales sostenibles.
Jan Knikker, el portavoz de prensa de MVRDV, dio más detalles sobre el enfoque del estudio al proyecto Gazprom Neft en una publicación de Instagram a principios de este año.
“Al preguntar si se debía participar o no con uno de los tres principales productores de emisiones globales, MVRDV discutió que el edificio se construiría con o sin nosotros”, escribió Knikker.
“Por lo tanto, decidimos seguir un camino radical e intransigente para crear un edificio lo más sostenible posible: el edificio de madera más grande del mundo, un depósito de almacenamiento de CO2 que no consumiría ninguna energía fósil”.
Otros arquitectos que exploran el potencial de la madera en la arquitectura incluyen al arquitecto holandés Marco Vermeulen, quien cree que su país podría construir un millón de nuevas casas en madera para resolver su crisis de vivienda y capturar 100 megatoneladas de carbono al mismo tiempo.
Vermuelen, quien construyó un pabellón temporal de madera en la Dutch Design Week el año pasado para mostrar el potencial del material, describió la madera como “el concreto del futuro”.
A principios de este año, Francia propuso una nueva ley que requeriría que todos los edificios públicos nuevos se construyan con al menos un 50 % de madera u otros materiales naturales.
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