4 de Enero, 2021
No hay duda de que la industria de moda ha sido señalada como una de las que más contamina. No obstante, la bioeconomía ha demostrado en los últimos años que sí es posible producir telas y fabricar ropa desde un enfoque mucho más sustentable, donde no solo importa el uso de materias primas bio basadas, sino también el gasto eficiente de recursos y correcta gestión de desechos.
Prueba de ello es el lyocell, o fibra celulósica, que se vende bajo la marca TENCEL ™ por la multinacional austriaca Lenzing. Una fibra a base de madera puede parecer un invento reciente, pero no lo es. En 1988 la empresa Courtaulds Textiles comenzó a desarrollar este producto y en 1992 se comercializó a nivel mundial. Ese mismo año, Lenzing entró a la competencia en la fabricación de lyocell, adquirió las patentes de investigación y producción, y así se convirtió en el gigante detrás del textil ecológico.
Hoy en día, Lenzing produce tres tipos de fibras: TENCEL ™ Lyocell, TENCEL ™ Modal y LENZING ™, ECOVERO ™ Viscosa. El proceso de fabricación continúa: la fibra TENCEL ™ se une con otras fibras para generar una variedad de tejidos, dependiendo de los diversos usos y aspectos. TENCEL ™ se clasifica en diferentes categorías u ofertas de productos: Denim (denim), Íntimo (ropa interior), Active (ropa deportiva), Luxe (alta costura), Calzado (calzado) y Hogar (sábanas, toallas).
Un total de 223 marcas utilizan fibras TENCEL ™ como material en sus prendas o artículos. Por ejemplo, la marca G-Star Raw ofrece un jean de color coral a base de 35% TENCEL ™ Lyocell. El holding español Inditex, propietario de siete marcas (Zara, Zara Home y Oysho, entre otras) lanzó la campaña Join Life en 2018, bajo el compromiso de una producción más ecológica. Desde entonces, sus siete marcas de ropa, calzado, ropa interior y ropa de cama han incluido fibras TENCEL ™ en su fabricación y colecciones. Gigantes como Levi’s, gracias a la colección Waterless de 2016 y H&M con Conscious (2011), también utilizan TENCEL ™ lyocell en la fabricación de sus productos.
Cuando se trata de protagonismo, PBteen y GhostBed (vendido por Amazon) y Eucalypso, son tres marcas que ofrecen sábanas y ropa de cama 100% a base de fibras de lyocell TENCEL ™. En este nicho de mercado ha tenido muy buena acogida porque los beneficios que aporta el lyocell encajan a la perfección con lo que los clientes demandan de un buen juego de sábanas: transpirables, resistentes a las bacterias, suaves y sostenibles.
“Las ventas en Sudamérica están aumentando para todas nuestras fibras (TENCEL ™ Lyocell, TENCEL ™ Modal y Lenzing ECOVERO ™), especialmente ahora que estamos experimentando un despertar del consumidor con respecto a la sostenibilidad en nuestro continente”, explica Juliana Jabour, gerente de Desarrollo Comercial de Lenzing Fibers en Sudamérica.
Las tres etapas para obtener el lyocell son: disolución de la celulosa, hilatura y tratamiento de las fibras, y recuperación del disolvente y reciclado.
La celulosa es un polímero natural disponible en las células de todas las plantas. En el caso de Tencel, esta se obtiene de árboles de eucalipto, provenientes de bosques con manejo sustentable. La madera, explican en su web, se corta con chorros de agua a alta presión. Los troncos “se introducen en una astilladora que los corta en cuadrados. Las astillas obtenidas son introducidas en un contenedor de digestores químicos que las ablandan en forma de una pulpa húmeda. Esta pulpa se lava con agua y se puede blanquear. Luego, se seca y se enrolla en carretes”.
Para el segundo paso, la hilatura, es decir, cuando se separa en hilos, se utiliza un recipiente caliente y óxido de amina, que actúa como solvente. La mezcla obtenida se pasa por los “hiladores”, dispositivo que perforará la celulosa en pequeños orificios, de la que se obtendrán trozos largos de hebras de fibra. Luego, estas se sumergen nuevamente en una solución diluida de óxido de amina para endurecerlas. Posteriormente se lavan con agua desmineralizada.
Finalmente se seca y se le aplica un lubricante (jabón silicona) para desenredar las fibras y facilitar los próximos pasos. La fibra seca se lleva a una prensa donde se comprime y se le da textura y volumen. Después la fibra es cardada de forma mecánica, proceso en que se “peinan”, separan y ordenan los hilos. Luego se cortan y embalan para su envío a una fábrica de telas para darle el uso deseado. Por último, el óxido de amina que se utiliza durante el proceso de fabricación se recupera y se reutiliza.
Tal como destacan en su sitio web, a nivel técnico TENCEL ™ lyocell posee varias ventajas sobre los tejidos convencionales.
Al tacto es más suave, ligero y maleable. Gracias a sus hilos, se obtiene un material más uniforme y con menos imperfecciones, y además mejora la retención del color gracias al proceso de fabricación. Es más duradero por la elasticidad y resistencia que otorga la fibra; así también es flexible y versátil por su composición, ya que puede ser usado en diferentes formas y tipos de prendas.
Además, presenta resistencia a la humedad ya que las “nanofibrillas hidrófilas” le dan la capacidad de absorción y de ser un material más transpirable. Al absorber y liberar humedad, también es un excelente material para regular la temperatura corporal, y de igual modo, por la buena gestión de humedad, previene el crecimiento de bacterias y malos olores sin necesidad de aditivos químicos.
La fabricación en sí de las fibras de lyocell TENCEL ™ ya cuentan con varias ventajas medioambientales: es en base a un material biodegradable, la celulosa se obtiene de bosques con certificación de manejo sustentable y se pueden reutilizar los solventes aplicados en el proceso. Además, gracias a su absorción, requiere muchos menos tintes que el algodón, lo que reduce en un 50 % el consumo de agua y energía
En octubre de este año, Tencel lanzó la campaña #TrueCarbonZero, con el fin de asumir una fabricación del producto 100 % carbono cero. Previo a eso ya contaban con la campaña #FeelsSoRight, haciendo alusión a que “se siente tan bien” vestir un producto sustentable.
“Lenzing acaba de comenzar a producir y vender TCZ (True Carbon Zero) producido en Austria en octubre, por lo que no podemos calcular el impacto de la fibra en este momento, es decir, cuánto carbono se ha capturado”, explica Jabour. “Pero en general, Lenzing, como empresa en todos nuestros sitios de producción, ha asumido varios compromisos para reducir la huella de CO2”, agrega.
Una de estas es la firma en el Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC), donde se comprometieron en 2018 con reducir el 50 % de emisiones de CO2. El compromiso es ser Net-Zero para 2050.
Tencel también desarrolló una estrategia para difundir que la sustentabilidad está en las decisiones de su día a día. Según explica Jabour, Lenzing, previo al lanzamiento de #TrueCarbonZero, realizó una encuesta a 3000 personas (de Estados Unidos, Reino Unido y Alemania) donde se perfila su target objetiva, que se caracteriza por estar consciente, exigir de una empresa su imagen y reputación, valorar los productos ecológicos y las empresas que actúan éticamente y producen de forma sostenible.
Otro dato que arrojó la encuesta es que los consumidores “se educan constantemente sobre las materias primas” en la ropa: el 74% se informa activamente sobre sostenibilidad a través de la investigación sobre procesos de producción antes de la compra; el 89 % lee la información de las etiquetas; el 31 % está dispuesto a pagar más por productos sostenibles. El sondeo también mostró que el 83 % son “extremadamente / muy interesados en moda sostenible”, el 65 % tienen más probabilidades de comprar productos con la etiqueta de “reciclable” y el 53 % con la de “biodegradable”.
“Para las marcas, el uso de fibras TENCEL ™ Lyocell y TENCEL ™ Modal en sus colecciones les permite ofrecer productos premium a los consumidores que aún buscan comodidad teniendo en cuenta la sostenibilidad”, concluye Jabour.
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