Pirjo Kääriäinen es profesora en Diseño y Materialidades, junto con ser Jefa de Educación del Departamento de Diseño de la reconocida Escuela de Artes, Diseño y Arquitectura de la Universidad Aalto. Allí la finlandesa opera entre la investigación y la práctica a través de CHEMARTS, colaboración interdisciplinaria entre los estudiantes de la escuela mencionada con la de Ingeniería Química (CHEM) de la misma casa de estudios.
Lo más valioso de dicha iniciativa, para Kääriäinen, es poder inspirar a estudiantes e investigadores con diferentes experiencias, trabajar juntos en soluciones de materiales sostenibles, y en general, aumentar el interés por los materiales de base biológica. Por ejemplo, entre los años 2013 y 2018 y junto a otras dos universidades, obtuvieron una gran financiación de investigación estratégica para explorar materiales innovadores a base de celulosa.
Además, su experiencia previa en la industria textil, donde se desarrolló por 15 años, le permitió adquirir habilidades de empresaria y consultora de industrias creativas. Un perfil presente en la última versión de la Semana de la Madera, donde Pirjo Kääriäinen compartió sus conocimientos y maestría en la charla “Materiales a base de madera para el futuro: ¿un sueño o una realidad?”.
La experta considera dos cosas importantes para lograr una cultura de la sustentabilidad en el mundo. Primero, cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, y junto a esto, la esperanza de lograrlos.
“Mi experiencia en la industria textil ha tenido un gran impacto en mis actividades actuales. Antes de mi educación en diseño, me formé como tejedora artesanal y también trabajé en una hilandería como hiladora. Y durante mi carrera posterior al negocio textil, participé en el desarrollo de productos, en la gestión de colecciones y colaboré mucho con la imprenta. Conocer cómo ocurre la producción textil en la práctica, tanto a pequeña como a gran escala, y cómo funciona el negocio, ha permitido mi apoyo a un largo proceso de desarrollo de nuevas materialidades”, declaró.
Para la académica, un factor importante para lograr una innovación en materiales es la creatividad, entendida desde las primeras ideas hasta la comercialización. Un proceso que para ella requiere de diferentes fases y experiencias, al igual que de la amplitud de mirada comercial y colaborativa.
“La creatividad no está restringida solo para las industrias creativas. Es una forma de acción que puede ocurrir en todas partes. Requiere curiosidad, mentes abiertas, coraje para pensar y actuar de manera diferente, y para mí, también requiere la colaboración con los demás. El impacto y el potencial de las industrias creativas a menudo se subestiman o no se toman en serio en nuestras sociedades. Sigue siendo necesario construir puentes entre empresas, diseñadores y otros creativos, ciudades y organizaciones públicas”, indicó.
–¿Cuándo y cómo surgió el interés por la sustentabilidad?
–En 1990, parte de la industria textil y muchos consumidores europeos se interesaron por los “productos ecológicos”. En ese momento, el acercamiento a la sostenibilidad era bastante limitado, principalmente sobre el diseño de productos. La transformación en curso de la industria y los negocios textiles comenzaron hace unos 10 años, cuando ya estaba en la academia. Mi interés profesional por la sostenibilidad ha crecido y se convirtió, finalmente, en el núcleo de mis actividades desde 2014. Mi infancia la pasé en el campo, por lo que mi interés personal por la naturaleza y su bienestar han estado desde mi infancia.
–¿Por qué espacios como CHEMARTS son importantes en las universidades?
–Porque muchos estudiantes y jóvenes profesionales están estresados por el cambio climático y todos los problemas ambientales. Es importante empoderarlos para que investiguen sobre materiales y abrir posibilidades para un futuro mejor. La interdisciplinariedad es clave para resolver problemas complicados, por lo que también deben aprender a colaborar durante sus estudios para estar preparados para su vida profesional.
–Durante estos años en CHEMARTS, ¿cómo y por qué han trabajado con madera?
–Mi colega más cercano e iniciador también de CHEMARTS es Tapani Vuorinen, profesor de química de la madera. Por lo tanto, los materiales a base de madera, procesados tanto mecánica como químicamente, han sido una parte importante de CHEMARTS desde el principio. La idea es explorarlos mediante la experimentación práctica de diseño, combinada con conocimientos científicos. Probar combinaciones novedosas e inspirar nuevas investigaciones, por ejemplo, para encontrar alternativas para ciertos plásticos. La mayor parte de Finlandia está cubierta por bosques, y la fuerte industria forestal ha acumulado una gran cantidad de conocimientos basados en la madera que ahora se pueden utilizar para nuevos propósitos.
–¿Qué ha aprendido de la madera durante tu trayectoria?
–Durante estos años he aprendido que la madera es un material increíblemente versátil, y también que actúa como un sumidero de carbono cuando se usa para aplicaciones duraderas, como en la construcción o en textiles de alta calidad. Los árboles contienen compuestos asombrosos, además de las celulosa y lignina; por ejemplo, protección UV, propiedades antimicrobianas, antivirales y colorantes. La tercera cosa es el ecosistema forestal: los árboles siempre son parte de un sistema más grande del que necesitamos aprender más y considerar cuando usamos los bosques como fuentes de materia prima. Y también he aprendido que después de procesamientos químicos, la madera puede volverse muy fuerte, liviana, suave, esponjosa, transparente, flexible, comestible…
–¿Qué puede hacer la tecnología por el futuro de los materiales sustentables?
–La tecnología puede y tiene que hacer mucho. Nuestra sociedad ya se basa en la tecnología y ésta ha causado graves problemas ambientales. Ahora tenemos que usarla inteligentemente. Por ejemplo, las biotecnologías están aprendiendo de la naturaleza y no generan desperdicios en absoluto: todo es usado por el ecosistema circundante. Los materiales del mañana podrían producirse industrialmente mediante procesos biológicos.
–Respondiendo a la pregunta de su charla, ¿son los materiales en base a madera una realidad o un sueño para el futuro?
–La madera y la celulosa vegetal es el biopolímero más abundante en la tierra. Pareciera que podemos reemplazar muchos materiales basados en fósiles, como algunos plásticos, con materiales biodegradables a base de celulosa. Por ejemplo, para abordar el problema del plástico en los océanos. La mayoría de los materiales a base de madera son reciclables, lo que es necesario para que la economía circular emergente reduzca el uso excesivo de materiales. Las nuevas fibras textiles MMCF (Fibras celulósicas sintéticas) pueden ayudar a reducir los problemas relacionados con el cultivo del algodón y eliminar la contaminación por microplásticos causada por los textiles a base de aceite, como el poliéster. Sin embargo, no podemos ver nuestros preciosos bosques como simples fuentes de materia prima. Los ecosistemas sostenibles y la biodiversidad deben tomarse en serio. Para poder vivir con los recursos naturales existentes, necesitamos encontrar formas de disminuir el uso de materias primas a nivel global.
Escrito por Catalina Evans Amador
Fotografía principal cortesía Aalto