La madera se perfila como un pilar fundamental para el desarrollo sostenible, no solo en Chile sino a nivel mundial. Su papel va más allá de ser una simple materia prima; es un catalizador para unir a la sociedad en torno a una cultura común enfocada en la sostenibilidad. El manejo sostenible convierte a este recurso renovable en una solución vital para capturar carbono y dinamizar la economía local, abarcando un espectro amplio de industrias. Su uso responsable se erige como una herramienta esencial en la lucha contra la deforestación y el cambio climático, incentivando la inversión privada en su crecimiento y cuidado.
Internacionalmente, la madera es reconocida como compatible con varios Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, especialmente aquellos relacionados con la acción climática y la vida en la Tierra. La industria maderera, con esfuerzos coordinados, puede desempeñar un papel significativo en la transición hacia un futuro más sostenible y resiliente, trazando un camino hacia una infraestructura global más ecológica.
Las innovaciones tecnológicas están abriendo posibilidades que proyectan la madera al futuro como un material clave en nuevas industrias. Con el desarrollo de fibras y cristales de nanocelulosa, aerogeles e hidrogeles, madera transparente, madera flexible, supercapacitores, electrónica flexible y degradable, madera densificada, y otras innovaciones, la madera se está transformando en una alternativa biodegradable y sostenible a materiales sintéticos como el plástico, con aplicaciones en sectores tan variados como el automotriz, la aeroespacial, la medicina, la construcción, la electrónica y los bienes de consumo.
En el ámbito de la construcción, la madera está redefiniendo las edificaciones, no solo como estructuras habitacionales o comerciales, sino como espacios físicos para el secuestro de carbono. Diversas innovaciones están impulsando las capacidades estructurales de la madera a niveles comparables con el acero, pero con una menor carga ambiental y un mejor desempeño en caso de incendio. Pero el impacto de la madera en la construcción va más allá de sus aplicaciones estructurales. Sus propiedades acústicas y térmicas mejoran la calidad de vida en espacios interiores, y su uso en muebles y estructuras aporta ergonomía, comodidad y un ambiente saludable, libre de productos químicos peligrosos.
Por otro lado, la integración de la inteligencia artificial y la robótica en el ecosistema tecnológico de la madera está transformando la silvicultura y la industria maderera, mejorando la trazabilidad, la seguridad y la productividad. La fusión de estas tecnologías con sistemas avanzados de imagen y monitoreo satelital está optimizando la gestión forestal y la industria maderera a gran escala.
La madera se presenta ahora como un símbolo del futuro en nuestra búsqueda de sostenibilidad global. Tenemos la responsabilidad de dejar de verla como un material del pasado para proyectarla como un recurso clave para el futuro.
Por: Frane Zilic, Gerente Programa Estratégico Regional de Industrialización de Construcción de viviendas en Madera en CORFO
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