21 de Marzo, 2024
Utilizada principalmente para viviendas, papel y combustible, la madera está un paso más cerca de reemplazar las ventanas de vidrio y plástico. El avance marca una nueva vía potencial para la construcción ambientalmente sostenible, ya que la madera transparente supera al vidrio en su eficiencia de producción y aislamiento térmico.
Uno de los principales obstáculos en la fabricación de madera transparente es el proceso de “deslignificación” que elimina el tejido de la madera para reducir la absorción de luz. Los primeros métodos de deslignificación “basados en soluciones” generalmente consumen grandes cantidades de sustancias químicas nocivas y energía y, a menudo, debilitan la estructura de la madera.
El equipo de la Universidad de Maryland ha introducido una estrategia optimizada que modifica la lignina, en lugar de eliminarla, con un enfoque de “cepillado químico asistido por energía solar”. Así, han presentado su estudio “Fabricación asistida por energía solar de madera transparente con patrones a gran escala”.
El equipo de investigación de la Universidad de Maryland demuestra cómo hacer madera transparente con un uso mínimo de energía y productos químicos.
El proceso implica la aplicación de peróxido de hidrógeno simple, comúnmente utilizado para decolorar el cabello, seguido de la exposición a la luz ultravioleta. Esto sirve para modificar los cromóforos, responsables del color de la madera, para que dejen de actuar absorbiendo la luz.
Después de este proceso, la madera ha cambiado de marrón a completamente blanca. El color blanco se debe a los poros u orificios de su estructura que dispersan la luz. Por último, se aplica una resina epoxi que llena estos poros y reduce la dispersión de la luz, lo que da como resultado una transparencia óptica.
Al modificar la lignina en lugar de eliminarla, la madera mantiene una alta resistencia a la tracción.
La simplicidad y eficiencia de este método introduce un nuevo y emocionante potencial para la aplicación arquitectónica de la madera transparente. Los métodos anteriores implicaban sumergir completamente el material en una solución química, lo que dificultaba la modificación de áreas selectivas. Con esta nueva estrategia, el químico se aplica con brocha sobre la madera, creando nuevas oportunidades para crear patrones o efectos decorativos.
En el esfuerzo global hacia edificios ambientalmente sostenibles, las ventanas de madera presentan una oportunidad inesperada. Rápido, rentable y limpio, el nuevo material puede presentarse como un candidato interesante para la arquitectura energéticamente eficiente.
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