El presente proyecto se desarrolló bajo la pregunta “¿Cómo serán los nuevos espacios de trabajo?”, en base a esto se plantea que luego de vivir a través del órgano de la lejanía y conexiones a través de una pantalla física y perceptual, post pandemia existirá una un deseo inevitable por querer salir, viajar y conectar con lo natural, además de vivir más y trabajar menos. De esta manera, se propone la solución a través de una piel adaptable y permeable, que responde a distintas tipologías de terreno, siempre en contacto con lo natural. Permitiendo llevar el trabajo a cualquier emplazamiento, mayor flexibilidad y trabajar donde uno quiera, a través de un modelo replicable bajo el concepto de “habitar la piel”.
Se propone como emplazamiento principal la comuna de Concepción, Región del Bio Bio, Chile, partiendo desde un centro consolidado y focalizado de trabajo, se busca el acto de descentralizar el polo principal de trabajo de la ciudad, a través de una intervención sistemática hacia los 3 principales bordes naturales de Concepción. Permitiendo al proyecto una localización en 3 puntos estratégicos de conexión intercomunal, contacto natural y conexión de lo remoto y presencial en un solo edificio. El primer lugar, el emplazamiento principal abordado en este proyecto, se encuentra en el río Bio Bio cercano al puente Juan Pablo II, el segundo ubicado en el río andalién y tercero en el cerro caracol, presentando 3 tipologías distintas de terreno natural para abordar el proyecto. De esta manera el proyecto apunta a un usuario como el trabajador independiente residente en la periferia y el nómada digital, persona en constante movimiento que mientras viaja requiere de un lugar para trabajar, de esta manera el emplazamiento permite evitar la congestión vehicular y contaminación propia de los centros urbanos.
La resolución programática y espacial de esta “Dermis colaborativa” se aborda desde 4 puntos: la unión del trabajo entendido desde un punto de vista individual y colaborativo, aprendizaje contemplando una zona para talleres de especialización y salud mental, un potenciador económico espacio destinado al uso de pymes, food trucks o ferias itinerante y finalmente, el aporte urbano entendido desde la regeneración del entorno inmediato, espacio urbano y sustentabilidad. Lo anterior se materializa bajo el gesto principal del proyecto, una piel habitable, espacio de contacto laboral presencial individual y comunitario permeable con el entorno natural y por otro lado un centro digital, una caja ciega foco del trabajo digital y conexión remota, un corazón tecnológico que permite conectar a nivel de sistema local (3 lugares propuestos) y a nivel global con otros centros en el mundo.
La propuesta material se aborda desde una estructura de madera modular que permite la prefabricación y adaptación a distintas formas y terrenos, a través de apoyos puntuales dejando una planta libre a nivel urbano, elevando el resto del programa a un segundo y tercer nivel. En este ámbito, el proyecto aborda 2 tipos de estructuras en madera, la primera siendo una piel habitable ordenada bajo una grilla de 3 x 3 m respondiendo al tamaño de las piezas de madera, una estructura modular que permite la permeabilidad con el exterior natural a través de una envolvente de celosías que dan movimiento y dinamismo al proyecto. En segundo lugar, una estructura de vigas enrejadas con apuntes puntuales en los bordes que llegan al piso y permiten dar la ilusión de tener este volumen digital suspendido en el aire. Utilizando un material flexible, que permite una mejor posibilidad de adaptación, prefabricación y construcción en situ.
