“Se entiende como trabajo a la acción que realiza una persona que se ocupa de llevar a cabo una serie de tareas o actividades ya sea a nivel físico o bien intelectual.”
La sustentabilidad es un tema que ha calado en la sociedad previa a la pandemia; en ese sentido, durante el confinamiento, la actividad del autocultivo fue en aumento potenciando la imagen del jardinero, que en distintos estratos se ve con y sin el espacio para su autocultivo.
El agricultor doméstico se ha adaptado a las condiciones caseras y casi individuales para poder realizar la actividad propia. A partir de ello se busca entregar un espacio más comunitario que desarrolle de manera directa la actividad del autocultivo y el cuidado de plantas. Aprovechando la producción de cosecha, este espacio se complementa con un punto de venta para el público.
El Lugar
La intención es elegir una zona que cuente con una accesibilidad doméstica, un elemento urbano más cercano a lo sustentable y que necesite un conector hacia un polo más desconectado. El parque de las esculturas se encuentra en un centro con una densidad alta de edificaciones, es un elemento urbano que funciona como desahogo de su propio contexto. También se encuentra a orillas del Río Mapocho, el cual en su mayoría, intenta conectar dos polos mediante puentes de tránsito vehicular, sin embargo de manera peatonal es más escaso.
El Huerto del ángulo
Busca principalmente generar un espacio de trabajo sustentable en donde se inserte una mancha rural en lo urbano. La idea principal es generar un trazado que ordene módulos a partir de 2 ángulos solares opuestos, pertenecientes al solsticio de verano: 8.00 de la mañana y 16.00 de la tarde. A su vez se genera un vacío para aprovechar un tercer ángulo solar. Esto genera que se fraccione el proyecto en 3 partes: Dos módulos, los llenos, y el huerto abierto, el vacío. Cada espacio necesitará y estará apto para distintos tipos de cultivos: baja, media y alta intensidad lumínica. A su vez, en el otro lado del Río Mapocho,
se complementa con el espacio de venta: un eco-mercado; todo esto siendo conectado mediante un puente de dos brazos en forma de “Y” que conecta con el módulo más jerárquico. De esta manera el proyecto funciona no sólo como un espacio de trabajo sustentable, sino también como un conector de dos polos divididos por el mismo Río y un potenciador de la economía circular donde el productor también tiene la posibilidad de ser el vendedor.
