Entrevista

Eduardo Bitrán: “Hay que impulsar pymes 2.0 que lideren sistemas constructivos en madera”

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El vicepresidente ejecutivo de CORFO habla de las iniciativas para impulsar la productividad y competitividad de la industria secundaria de la madera en Chile con foco en las pequeñas y medianas empresas madereras de Maule, Biobío, La Araucanía y Los Ríos.

Fue en 2014 que la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) comenzó a implementar una metodología para potenciar catorce sectores económicos por medio de la inversión pública. Uno de ellos fue la construcción, donde se definió que la madera podía jugar un rol clave en transformar la forma de realizar las edificaciones para mejorar la productividad de la industria, creando así el “Programa Estratégico de Especialización Inteligente para la Industria de la Madera de Alto Valor” (PEM), que busca impulsar la competitividad de la industria secundaria de la madera en Chile, basado en las pequeñas y medianas (pymes) madereras de Maule, Biobío, La Araucanía y Los Ríos.

A poco más de dos años de ese primer hito, el vicepresidente ejecutivo de CORFO, Eduardo Bitran,  describe con qué se encontraron al realizar el diagnóstico para estructurar el PEM, qué están haciendo y cuáles son las metas y desafíos que se han planteado en torno a este programa con foco en 2025.

─ En el diagnóstico que realizaron para estructurar el PEM, ¿cuáles fueron las principales problemáticas/trabas que detectaron para desarrollar la industria secundaria de la madera?

Principalmente brechas en productividad, actualización tecnológica, acceso a capital para inversión, falta de capacidad instalada en secado, junto a una baja diversificación de productos.  Además, hay en el ámbito de las Pymes madereras dificultades para acceder a abastecimiento de materia prima. Aquí es fundamental desarrollar vínculos de mediano plazo entre la gran empresa y las Pymes, mientras se desarrollan nuevos esquemas de fomento a plantaciones, como nuevos esquemas de securitizacion forestal.

─ Otra de las problemáticas que descubrieron es la falta de capital humano especializado en los distintos eslabones de la cadena de valor, ¿qué acciones han planificado para resolver esto?

Como frutos tempranos, el Programa de Formación para la Competitividad de CORFO está  impulsando becas de capital humano en: diseño y cálculo de estructuras en madera, prefabricado y montaje de sistemas constructivos, carpintería avanzada, aserrío y secado de eucalipto nitens.

Como parte de los proyectos aprobados en la hoja de ruta, impulsar la formación de técnicos de nivel superior para desarrollar carpinteros expertos y montajistas enfocados a los sistemas constructivos requeridos al 2025.

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─ ¿Qué rol juegan las pymes madereras en el programa?, ¿Qué beneficio puede tener para ellas?

Son el motor de especialización inteligente en la medida que se integren en la cadena de valor y que asuman el rol de liderar la diversificación de productos basado en estrategias regionales de negocio para atender necesidades regionales, y luego, nacionales, para a futuro poder exportar en consorcios comerciales fortalecidos.

─ ¿De qué manera buscan apalancar la innovación en productos y servicios?

Realizando desafíos de innovación y emprendimiento con ecosistemas de creatividad existentes en Chile, atrayendo talentos  de diversas disciplinas que permitan crear valor fuera de la oferta commoditizada. Asimismo, impulsando la co-creación entre empresas grandes y pymes para tomar mercados de mayor valor.

A su vez, el apoyo a centros tecnológicos de pilotaje, en proceso de adjudicación en CORFO, permitirá crear un espacio de innovación abierta muy interesante.

─ El programa tiene tres objetivos a largo plazo, entre ellos, destaca que se busque aumentar en 5.000 viviendas la superficie total construida en madera. ¿Se busca llegar a niveles como el de Nueva Zelandia, donde se construye sobre el 90% de las casas en madera?

El sueño sería lograr tasas de esa magnitud, pero entendemos que es parte de un cambio cultural, y de competir por una torta que está dominada por materialidades tradicionales que impulsan día a día el negocio de la construcción. Para acercarse a esos niveles se requiere que todas las empresas madereras chilenas tomen el mercado doméstico como un desafío con rentabilidades adecuadas para destinar fibra a madera estructural para construir. Entendemos que ese cambio se genera agregando valor a la cadena donde se incremente la rentabilidad por madera aserrada, integrando a pymes en la elaboración y prestación de servicios integrado en la cadena. El Estado -a través del Minvu y compras públicas de diferentes servicios- puede ayudar a cambiar la demanda y además generar proyectos emblemáticos en madera que ayudan al cambio cultural.

─ Dada la creciente baja en la tasa de forestación en el país, ¿Cómo lograrán las pymes obtener la materia prima para alcanzar esa cifra? ¿De dónde se vislumbra que vendrá la madera necesaria?

Nuevos enfoques de securitizacion forestal pueden ayudar en el mediano plazo. Estamos impulsando tres fondos de inversión forestal para Pino radiata con recursos CORFO por 30.000 hectáreas en total, más privados en proporción 1:1, 2:1 y 3:1, dependiendo del nivel de riesgo y confianza de los privados, que podrán abastecer el 10% del trozo aserrable que requiere la Pyme maderera.

Si el modelo es viable en la oferta de predios para plantar, será factible compartir valor de material pulpable con grandes empresas, e integrar las capacidades en genética, silvicultura aplicada y administración a costos marginales que permitan llegar a rentabilidades sin el DL701 atractivas para el mercado financiero.

─ En los últimos 10 años la construcción de viviendas en madera en Chile ha pasado de tener una participación cercana al 12% o 13% a aproximadamente 20%, ¿a qué atribuye esa alza y cómo proponen impulsar aún más la utilización de este material en construcción?

La cifra que manejamos aportada por la Cámara Chilena de la Construcción en nuestra Hoja de Ruta indica que un 15% de las viviendas se estructura en madera, y entendemos que el alza se debe a la utilización de tableros de madera que arrostran estructura, y sistema SIP.

La forma de impulsar es realizando un trabajo directo con quienes toman decisiones de materialidades y especificaciones técnicas, reencantando con la madera, y siendo muy responsables de la promesa que esta madera estructural tiene oferta constante, y realmente cumple con todos los estándares declarados.

Por último, tomar el mercado de construcción a media altura, hasta 5 pisos en madera, donde CORFO ha financiado proyectos de bienes públicos para  impulsar el estudio de normas en sistema constructivo Marco-Plataforma, y CLT.

─ ¿Cuál es su visión sobre el futuro de la madera en Chile?

La madera tiene espacio para crecer en Chile, con estrategia clara y foco sobre quienes toman la decisión de construir.

La oportunidad es impulsar a las pymes 2.0 que lideren el negocio de sistemas constructivos en madera y productos de valor agregado, apoyándose en las grandes empresas para aprender de sus procesos y creando negocios en conjunto, posicionándose en un nicho no explorado aún. Se trata insertarse en nuevas cadenas de valor nacional y global en que se beneficien la Pyme maderera y también las grandes empresas.


Vía Corma Chile

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