En madera reconstruyen el liceo politécnico Antulafken, en San Juan de la Costa, cerca de Osorno

Antulafken Liceo reconstruido en madera

26 de Marzo, 2019

Al igual que la Escuela Cantino, de la que informamos hace pocos días, este proyecto forma parte de un programa nacional de reconstrucción de escuelas rurales, desarrollado por los ministerios de Educación y Obras Públicas. Y al igual en muchos de estos proyectos, en Antulafken la madera ocupa un rol protagónico.

El Liceo Politécnico Antulafken, en la comuna de San Juan de la Costa, región de Los Lagos, tiene 70 alumnos, 30 de los cuales alojan en el internado que funciona en el mismo recinto. Además de impartir formación científico-humanista, el plantel ofrece también dos carreras técnicas: servicio en turismo y técnico forestal.

Antulafken Liceo reconstruido en madera

Al igual que en la Escuela Cantino, el viento y la lluvia habían dejado ya profunda huella en el edificio antiguo. “Estaban siendo afectadas las necesidades físicas de nuestros estudiantes. Costaba para que se calefaccionaran, no había espacio ni un lugar acogedor donde estar”, señala Nora Suazo, profesora y directora por más de dos años del liceo. El problema es que el frío y la precaria habitabilidad del establecimiento estaban generando mucho ausentismo y deteriorando la motivación de los estudiantes y sus logros de aprendizaje.

Desde abril de 2018, sin embargo, se está construyendo el que será el edificio nuevo del liceo, como parte del programa del Mineduc y el MOP. “Llevábamos más de 2 años postulando al proyecto y mucha gente de la comuna ya no creía que se haría”, agrega Nora.

Antulafken Liceo reconstruido en madera

El arquitecto del proyecto es Fernando González Madariaga, titulado en la Universidad Autónoma de Chile sede Temuco y socio de González y Schumacher Arquitectos. Posee un diplomado en eficiencia energética y más de 18 años de experiencia desarrollando proyectos industriales, de bodegaje, portuarios, comerciales, residenciales y públicos en la región de Los Lagos y otras de la zona austral. La constructora de la obra es Luis Navarro SpA.

El nuevo liceo será de un nivel, con una superficie de 2.648 m2. Considera fundaciones de hormigón armado, las que soportan pilares y vigas de madera laminada, cerramientos perimetrales de paneles SIP (placas de madera OSB, con un núcleo de poliestireno expandido) y revestimientos exteriores metálicos.

González recalca que eligió la madera por “el valor cultural que posee en la memoria colectiva de los habitantes de las zonas rurales y porque es un material renovable característico de la arquitectura del sur de chile”. En los meses que lleva en la obra, el arquitecto destaca otras bondades de la madera como el ahorro de tiempo en la elaboración y montaje de las estructuras; la limpieza y orden de las faenas; la disminución de los residuos de la construcción y ahorros en el costo de la construcción, que él estima en hasta 25%, comparados con sistemas tradicionales basados en acero y hormigón. Además, el resultado es eficaz frente a la corrosión y tiene buena resistencia al fuego. Por último, recuerda que a diferencia de una obra con estructura metálica, no requiere de soldaduras, por lo que la lluvia no genera retrasos e inseguridad para los trabajadores.

Antulafken Liceo reconstruido en madera

Para el arquitecto, sus principales referentes están en países como Noruega, Dinamarca, Suecia, Canadá y Estados Unidos, debido a que llevan gran ventaja en el desarrollo tecnológico del uso de la madera. “En Chile aún nos falta mucho por avanzar para posicionar el uso de la madera en sistemas constructivos de edificios públicos. Y en reconocerlo como el recurso natural, renovable, noble, dúctil y duradero que es”, afirma.

Cree que en Chile es fundamental invertir en investigación y desarrollo tecnológico en esta materia porque “tenemos un mundo por descubrir y todas las potencialidades, siendo un país productor de madera”. También enfatiza en que el uso de la madera en sistemas constructivos y terminaciones debiera “ser materia obligada en la formación de futuros arquitectos, ingenieros y constructores de nuestro país”.


Escrito por Diego Zúñiga

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