3 de Enero, 2020

Estudiantes de diseño industrial sorprenden con casco para ciclista en base a biomateriales

“H-Biobased: Sistema de protección craneal para el ciclista urbano” fue el proyecto con el que Belén Lagos, Camila Oteíza y Camila Canales obtuvieron el primer lugar de la votación online del público y mención honrosa del Concurso de Diseño de Madera21 enmarcado en la Semana de la Madera 2019. La carcasa del casco es el resultado de la aglomeración de dos biomateriales: cápsulas de eucalipto trituradas y poliuretano a base de aceite de ricino.

En sintonía con lo que fue el tema central de la Semana de la Madera 2019, la bioeconomía, el Concurso de Diseño invitó en esta versión a sus participantes a crear un producto de uso diario que tuviese incorporado aspectos como la sustentabilidad e innovación en la aplicación del material, en este caso la madera. El equipo integrado por Belén Lagos, Camila Canales y Camila Oteiza, estudiantes de cuarto año de diseño industrial de la Universidad de Chile, presentó H-Biobased: Sistema de protección craneal para el ciclista urbano, proyecto con el que obtuvieron una mención honrosa del jurado y el primer lugar de la votación online del público con 2009 votos.

Este sistema de protección craneal, explica Belén Lagos, está compuesto por una carcasa en base a la cápsula de eucalipto mezclada con poliuretano en base a aceite de ricino, más el sistema MIPS, creado por un neurocirujano, que consiste en una lámina de policarbonato que se añade a la cabeza y con unos pines se agarra a la carcasa. Al momento de que el ciclista sufra un impacto producto de una caída, el MIPS “permite que la energía frontal se convierta en energía rotacional”. Además posee cuero café, presente en la visera y otras terminaciones.

El proyecto fue realizado en el ramo Taller V, correspondiente al séptimo semestre de la carrera. A inicios del semestre pasado, el profesor a cargo, Mauricio Tapia, les propuso participar del concurso de la SDLM 2019 y les aconsejó que lo hicieran con “una mirada más allá de la madera”. De inmediato fueron a ver los materiales que estaban disponibles en el Laboratorio de Materiales Biobasados de la Escuela. Tras una evaluación, las estudiantes decidieron enfocarse en los residuos de la industria forestal, por lo que tenían a su disposición pino, carozo de durazno y eucalipto. Optaron por el último.

“Desde esas cualidades, comenzamos a buscar un producto que generara un impacto en el usuario. Visualizamos en primera instancia un producto dirigido a jardines infantiles, y luego llegamos al ciclista urbano. Hicimos un análisis de estilo y por el color natural de las cápsulas eucalipto, se asemejaba a algo más vintage, más vistoso”, recuerda Belén Lagos.


Casco H-Biobased, proyecto ganador en la votación online del público / Belén Lagos

Experimentar con desechos

Los biomateriales buscan darle un nuevo uso a los desechos, repensarlos para crear un nuevo producto. El diseño sin duda ha jugado un rol fundamental en la promoción de los materiales biobasados, debido a que estos van perfectamente en la línea de lo que buscan la sustentabilidad y bioeconomía. Iniciativas como Materiom.org o LABVA demuestran que la experimentación con desechos biológicos puede resultar sencilla y de la mano de utensilios disponibles en casa, pero que al mismo tiempo requiere de la investigación de los materiales. Es por esto que las universidades tienen una responsabilidad importante.

La ficha técnica de la cápsula de eucalipto, es decir, la información con las pruebas mecánicas y físicas del material, corresponden a la tesis de investigación de la profesora de la Escuela de Diseño de la Universidad de Chile, Andrea Wechsler. Con estos antecedentes las estudiantes sabían que el experimento iba a funcionar. “Aquí en el laboratorio siempre se han estudiado los materiales. Esta es la primera vez que se obtiene un producto a partir de este biomaterial, la cápsula de eucalipto”, enfatiza Belén Lagos.

Respecto al proceso de experimentación y fabricación del producto, el equipo comenzó todo desde cero. El primer paso fue recolectar el biomaterial. En este caso las cápsulas de eucalipto (el fruto del árbol, también conocido como cono) las obtuvieron de un bosque en Las Cruces, Región de Valparaíso. Tras el proceso de secado en el horno industrial y la molienda, también con maquinaria disponible en el laboratorio, obtuvieron una fibra que mezclaron y aglomeraron con el poliuretano en base a aceite de ricino. Finalmente lo prensaron en los moldes, hechos por ellas.

“Todo se está viendo desde un punto de vista sustentable, al menos en el diseño. La mirada ahora es poner en valor un producto de acuerdo a las variables que se utilizan”, señala Lagos. En este semestre, las estudiantes están cursando Seminario de Materiales, una asignatura cuya propuesta es la observación de los problemas de desecho dentro de la facultad y proponer un nuevo uso. “Hay que analizar qué causa mayor impacto en el medio ambiente para poder reutilizarlo y reciclarlo. Ahora estamos trabajando con colillas de cigarro (con Camila Canales y Camila Oteíza). Hemos tenido que definir un proceso de lavado que ocupe poca agua para que sea sustentable. O también los vasos de plumavit para tomar café, que pueden ser usados como aislante térmico para casas”, explica.

La experiencia en la SDLM 2019

Los proyectos ganadores de los concursos de Madera21 en la Semana de la Madera 2019 también tuvieron su lugar en las exposiciones que albergó el Centro Cultural Gabriela Mistral. H-Biobased expuso allí su proyecto, y Belén Lagos recuerda al respecto que “la gente se entusiasmó mucho, se lo querían probar. Les interesó mucho el producto y eso fue bonito igual”.

Sobre el pitch, momento en el que debían presentar su propuesta y enfrentarse a la evaluación del jurado, las estudiantes llegaron antes al auditorio para ver las exposiciones de los proyectos que les interesaban. “A algunos equipos no les fue bien, por ende estábamos muy nerviosas. Cuando fue nuestro turno, expusimos, sonó el silbato y el jurado nos dijo que le gustó mucho el hecho de que habíamos ido más allá de la madera como un material noble, si no como un material de residuo”, señala Lagos.

Al igual que el resto de los participantes, a las 14:30 les avisaron si asistían o no a la ceremonia de premiación. “Sentíamos que podíamos obtener un lugar porque cumplíamos con las bases del concurso: un producto de uso diario y basado en bioeconomía. Independiente del lugar, estábamos felices por estar ahí”.

Para la votación online del público, el equipo comenzó a difundir el proyecto con mucho entusiasmo e incluso crearon una cuenta de Instagram. “La recepción fue muy positiva: les llamaba la atención, les sorprendía. En Instagram la gente comentaba que cuando concretáramos la marca, avisáramos para que pudiesen comprar”.

Actualmente H-biobased está en fase de investigación, por lo que el equipo tiene ganas de incorporar mejoras para que el proyecto siga creciendo. Otra proyección es continuar y titularse las tres con este proyecto, añadir color, proponer mejoras, etc.

Belén Lagos destaca el auge de los biomateriales y valora los esfuerzos que se han realizado para potenciar su investigación. Pero más allá de la generación de fichas técnicas, lo que falta es “generar nuevos productos”. También destaca que iniciativas como la Semana de la Madera tengan concursos dirigidos a estudiantes, a lo cual hace un llamado a que participen “porque es una instancia para que estudiantes conozcan lo que otros estudiantes de diseño y arquitectura están haciendo. Y para que la gente descubra que hay otros materiales más allá del plástico o el metal”.


Belén Lagos, Camila Canales y Camila Oteiza en la Semana de la Madera 2019 / Belén Lagos

Escrito por Diego Zúñiga
Fotografía principal cortesía de Belén Lagos para Madera21
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