7 de Diciembre, 2020
Si bien todas las lámparas tienen como objetivo iluminar y entregar diversidad de diseños, a la Lámpara Oficio se le podría agregar otra finalidad: contribuir al medio ambiente mediante la utilización de materias primas orgánicas, renovables y que tengan la oportunidad de ser reutilizadas. La idea surge como un encargo de primer semestre para los estudiantes de segundo año de Diseño Industrial en Duoc UC. Fue así como Diego Morales, uno de los alumnos, echó a volar su imaginación para ver de qué manera podía conseguir lo requerido.
“Había que desarrollar un objeto armable sólo con ensambles a partir de algún material laminar y usando la tecnología de corte láser”, adelanta Morales. Y prosigue: “Decidí darle una vuelta al encargo y utilizar las propiedades de la madera para desarrollarlo. También, a modo personal, quería utilizar procesos manuales, parte de los oficios que rodean la madera, pues veo la tecnología de corte láser como un complemento a mi trabajo y no como un reemplazo a lo que hago”.
Bajo ese prisma, Morales desarrolló la idea de una lámpara de pie diseñada para investigar y utilizar las propiedades que tiene la madera en pro de la sustentabilidad. Para eso, el concepto de utilización y rescate de desechos materiales que terminan en la basura le pareció sumamente coherente con lo que se buscaba, derivando en el uso de terciado descartado para la fabricación de sus ensambles laminares. De hecho, esos mismos retazos de terciado transformado componen la pantalla de la lámpara, la cual, al estar encendida, tiene un color ámbar por el paso de la luz a través de la fibra de la madera.
Respecto a la estructura, Morales confiesa que tuvo que investigar muy bien qué tipo de madera utilizar, ya que esa decisión afectaría en la estabilidad, color y, por supuesto, en el espíritu orgánico del proyecto. “Me decidí por el raulí para el cuerpo. Primero, porque es una de las maderas más nobles del país; súper estable a los cambios de temperatura. También, porque es una especie de árbol que es alto en taninos, por lo que al entrar en contacto con acetato férrico la madera toma un color negro y así evitamos usar pinturas o tintes que en el futuro son un problema para el medio ambiente. En cuanto a las membranas que tiene la lámpara, decidí usar un material reciclado a partir de terciado o contrachapado. Es importante que sea de pino porque esta conífera permite que la luz traspase a través de la fibra, explica.
Como se adelantaba, dentro del proceso constructivo se aprovecharon las técnicas de oficios antiguos relacionados a la madera para complementarlas con tecnología CNC. El resultado, según Morales, tuvo que ver sobre todo con la capacidad de investigar y constatar cómo el método de la prueba y error puede conducir hacia nuevos caminos y descubrimientos. “Se dio la chance de buscar una oportunidad de diseño. Un par de dibujos análogos para tener una idea, luego una serie de maquetas para ver medidas, dimensionar el volumen y, por último, hacer un prototipo. Aunque diría que dentro de todo este método también hubo que poner mucho corazón y pasión por experimentar con materiales y sus límites; ver cómo se comportan en diferentes situaciones. Cometer errores también es importante porque al final siempre se aprende algo y fallando se aprende más”, reconoce.
Parte de estas pruebas y averiguaciones tienen que ver con el desarrollo de la membrana de terciado y de qué manera se comportaba dependiendo de la orientación de la fibra. Fue así como se comprobó que longitudinalmente es más estable, lo que conllevó a elegir esa opción. También se pudo experimentar que al utilizarla de forma diagonal ésta tiende a doblarse debido a la dirección de la fibra de cada pieza del entramado; información no sólo relevante para trazar un plan de trabajo, sino que además fundamental para entender de qué manera se comporta la madera en estas dimensiones y formatos para aplicarlos en futuros proyectos.
En cuanto a la fabricación del prototipo, en virtud del tiempo, se decidió utilizar MDF para las patas y aros, es decir, un producto de madera reconstituida que se obtiene descomponiendo residuos de madera dura o blanda. Éste, al ser un material con una superficie plana y un espesor continuo, es la mejor opción para conseguir un resultado óptimo en ensambles a media madera. Y si de residuos se trata, según sondeos en distintos talleres donde se construyen muebles u objetos de madera, los retazos representan entre un 5% a un 20% en los centros de fabricación artesanal. En tanto, en los recintos donde se usan máquinas computarizadas representa entre un 20% a 30%, convirtiéndolos en una excelente oportunidad para diseñar de forma sustentable.
“Aparte del cable y el tubo led, Oficio es completamente de madera”, enfatiza Morales.
No cabe duda de que un reconocimiento al trabajo ayuda a replantearse nuevos desafíos y metas. Más todavía si se está emprendiendo con una nueva idea o producto. Al respecto, y tras obtener el tercer lugar en el Concurso de Diseño en la Semana de la Madera 2020 de Madera21, Morales rememora y se proyecta. “Fue una muy buena experiencia para saber mis capacidades para desarrollar un proyecto. No puedo negar que también fue sacrificado y agotador. Pasé muchas noches pensando y desarrollando la idea. Ahora estoy planeando una serie corta de esta lámpara para ponerlas en venta y también me gustaría seguir experimentando con esta membrana de terciado que fabriqué”, adelanta.
Finalmente deja algo muy en claro: todos los proyectos que desarrolle serán en pro del medio ambiente y también a nivel social. “Mis profesores y docentes están súper enfocados en que aprendamos a desarrollar productos e ideas con un mínimo de impacto ambiental”, concluye.
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