22 de Marzo, 2022
En estos tiempos de exceso de información y de competitividad, saber diferenciarse tiene una ventaja sumamente relevante. Dicho de otra manera, el valor agregado de un producto o servicio, será el factor que marque la diferencia al momento de elegir por uno o por otro. En el caso de un puente o una pasarela, el requisito ya no será sólo cumplir con la función conectora de unir espacios, facilitar desplazamientos o permitir el traslado de un cuerpo hacia un objetivo, pues “el cómo” ha sido una de las variantes que ha permitido diversificar las maneras de encarar proyectos de este tipo y, en definitiva, agregarles un nuevo tipo de valía.
Características como el tipo de material, las ventajas del mismo, la integración de éste al entorno, la metodología de construcción, el aporte de la obra a la localidad y cuán amigable puede llegar a ser con el medio ambiente, son cualidades que logran otorgarle al propósito ese valor agregado del cual hablábamos. Incluso, un grupo de académicos chilenos estuvo investigando y desarrollando tecnologías capaces de innovar en la unión de estas piezas en madera.
Así, desde macro puentes hasta sofisticadas estructuras de pasarelas, las ideas llevadas a cabo abarcan todo tipo de territorios y países, tales como Canadá, Dinamarca y, por supuesto, Chile. Aquí, un vistazo a algunos de esos proyectos, teniendo muy en consideración todas esas particularidades.
Puente Mistissini
Ubicado al noreste, en la ciudad de Quebec, esta construcción de 2014 ha fomentado la expansión residencial y el aumento de las oportunidades económicas para la localidad, posicionándose como una de los más relevantes de Canadá. El puente, de 160 metros de largo y un poco más de nueve de ancho, lleva vigas de madera laminada y una serie de arcos semi continuos.
Debido a las bajas temperaturas —de hasta -25º— , y considerando una mayor rentabilidad en comparación con el hormigón, la madera laminada fue elegida como la mejor solución. Además, teniendo en cuenta que se requería un resultado de alta durabilidad, el uso de vigas con esta materia prima posibilitó la eliminación de las juntas de dilatación. Eso, sin contar su alta eficacia sísmica, su gran beneficio ambiental al disminuir las emisiones de CO2 y su evidente atractivo estético.
Casa–puente en valle de Ontario
También en Canadá, y tomando como base la madera glulam y otras especies locales, esta llamativa construcción de 230 m2 unió dos montículos en medio de un bosque del valle de Ontario. De hecho, fue premiado con el primer lugar en los Ontario Wood Design Awards 2016.
La casa cuenta con dos vigas que se extienden a cada lado de la estructura, las cuales, ancladas a losas de hormigón, sostienen el piso. En la parte superior, tablas de cedro sin teñir, revisten las paredes y el techo del exterior, mientras que las murallas y pisos interiores están cubiertos por paneles de madera contrachapada de arce. De las dos fachadas principales, en tanto, una está casi completamente cubierta por ventanales, abriéndose a un balcón con vista al lago y, por supuesto, al bosque.
Estación Norte de Køge
Conectando trenes de alta velocidad, trenes locales y la autopista más transitada de Dinamarca, la obra presenta un puente peatonal de 225 metros de largo, caracterizándose por sus interiores esculturales y ondulantes. Inaugurado en 2019, su interior cuenta con un revestimiento rítmico de madera y una iluminación lineal, mientras que el exterior está revestido con placas de acero perforadas.
Catalogado como un hito para el desarrollo de la ciudad de Køge, esta “serpiente” de acero se extiende por encima de las líneas del ferrocarril, ofreciendo a los usuarios una magnífica vista panorámica. Además, los listones de madera que se encuentran al interior, proporcionan una experiencia cálida y táctil en situaciones de tránsito y espera, generando un espacio amigable y acogedor.
Bending Bridges (Puentes curvados)
En la arquitectura, dentro del contexto del armazón de doble laminado, existe una amplia investigación contemporánea. De hecho, dichos temas han sido explorados durante los últimos ocho años por varios institutos educativos de prestigio —como el ICD, ITKE Y CITA—. Fue así como, alumnos de Arquitectura y Estrategias Urbanas del Centro de Estudios Superiores de Diseño de Monterrey (CEDIM), llevaron a cabo un proyecto de puente peatonal que explota la capacidad de flexión elástica de la madera contrachapada delgada estándar.
El arco y la curvatura de la superficie fueron diseñados y optimizados a través de un análisis estructural computacional para transportar cargas directamente a los cimientos, lo que permite soportar el peso de cinco personas que cruzan el puente simultáneamente. El diseño global del puente, en tanto, ha sido impulsado por una spline-like curve (curva polinomial), permitiendo tener una distribución óptima de las fuerzas y, al mismo tiempo, mantener una inclinación mínima del puente en la parte inferior y superior del arco.
Pasarela del Parque Santa Olga
Ubicada en la localidad del mismo nombre —y que fue devastada por un incendio en — , la obra cuenta con un muelle compuesto por una estructura de 80 metros de largo por cinco de ancho, terminando con un voladizo a 40 metros de altura sobre el fondo de una quebrada. Para su ejecución, utilizaron laminado de pino para las vigas y paneles de CLT —más eucalipto termotratado— para el deck de la pasarela y las barandas. Básicamente, con el propósito de proteger la estructura de la intemperie, especialmente del agua.
El Parque Santa Olga contempla la pasarela con su muelle, una plaza de 400 metros de superficie —con cuerpo de madera y elevada 40 metros sobre el río— y un sendero que finaliza en un parque, teniendo como propósito la instauración de un lugar de encuentro y de comunidad.
Pasarelas de Caleta Tortel
Construcciones afirmadas en pocos puntos de apoyo y que tuvieran como objetivo no interferir en el paisaje —y mucho menos en el medio ambiente— era la gran premisa. La fuerte presencia de árboles nativos y de plantas endémicas en la zona, motivó a realizar un tipo de construcción similar al de Chiloé, con cortes hechos con hachas e instaladas sobre barro, pantano, terrenos inundables o humedales. Una extensión de seis kilómetros que, según se analiza en los registros, se compone de madera de ciprés de las Guaitecas.
Cabe destacar que, a las pasarelas, se les suman las casas, comúnmente hechas con madera de ciprés, raulí o pino, las cuales sacan a relucir sus atributos ante los visitantes. En 2001 se declaró a Caleta Tortel como Zona Típica de Chile, principalmente, por este tipo de conexión peatonal.
Puente con forma de barco en la ruta F 30-E
Su estructura es asemejable a un bote pero no está en el mar, sino en plena carretera. En este caso, su función es entregar conectividad entre las distintas viviendas sociales ubicadas en los cerros del oriente de Zapallar. Completamente hecho de madera, el puente se compone de tres vigas curvas de madera laminada de pino radiata, cuyo corte inferior entrega la forma de un triángulo.
La viga principal, de sección recta de 200×500 mm, hace las veces de quilla y va simplemente apoyada en los extremos, quedando uno fijo y el otro móvil para disipar la energía en caso de sismo. Las dos vigas superiores, de sección triangular, junto con las “cuadernas” (costillas por las que están formados los barcos), conforman el triángulo que recibe la superficie de circulación. También, se instalaron mallas metálicas y conectores de acero galvanizado en caliente para la unión de vigas laterales o secundarias.
Puente Confluencia, el más viejo de Chile
Ubicado en la localidad del mismo nombre —cercana a Chillán— los registros establecen que el puente Confluencia fue fundado en la década de 1910. Se trata de uno de los puentes, hechos inicialmente con madera, más largos del país. Sus 521 metros de longitud mantienen sus carpetas y tableros, cuyo origen proviene de cepas —procedentes de la parte del tronco que precede la raíz— de varios tipos de árboles en la zona. También, parte de su estructura, se compone de dos estribos de hormigón armado con muros frontales y laterales, dando sostén a la viga cabezal y a dos pilares inclinados.
El puente Confluencia destaca en la Región de Ñuble por conectar distintos sectores, como la zona de los valles, llegando a sectores como el ramal entre Tomé y Chillán, y también a otros puentes, tales como los del Río Itata o el Ñuble.
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