Ignacio Hernández: “En la AOA tenemos el desafío de incorporar la madera y promover su uso”

Ignacio Hernández

El arquitecto Ignacio Hernández, titular de la Universidad de Chile, es presidente de la Asociación de Oficinas de Arquitectura (AOA), un gremio que representa a 180 firmas del país. Desde la AOA han declarado este 2020 el “año de la madera”, entre otros motivos por la oportunidad de que Chile sea sede de la Conferencia Mundial de Ingeniería en Madera (WCTE), además de los seminarios, capacitaciones y viajes a países con tradición maderera que impulsa esta asociación.

Titulado de la Universidad de Chile, el arquitecto Ignacio Hernández Masses fundó en 1994 la consultora de arquitectura, urbanismo y diseño de interiores Archiplan -donde concede esta entrevista mientras bebe café y revisa algunos papeles-, junto a otros dos socios: su hermano Jaime y Raimundo Onetto. En el año 2000 la consultora abrió oficina en España y en 2001 en Estados Unidos. Hernández ha participado en un buen número de proyectos tanto a nivel nacional como en el extranjero. Además, desde 2018, se desempeña como profesor en un magister de desarrollo inmobiliario de la Universidad de Los Andes.

Lleva ochos años en los altos mandos de la Asociación de Oficinas de Arquitectura (AOA). En 2012 se incorporó al directorio, estuvo cuatro años como director, dos como vicepresidente y en abril de 2020 completa dos como presidente. Y le quedan dos años más de past president, que es la figura del presidente saliente que se incorpora por derecho propio como un noveno director.

Dentro de la AOA, se realizan las llamadas “misiones tecnológicas”, viajes que realizan representantes de la asociación a distintos países para conocer las tendencias de arquitectura, urbanismo, tecnología y construcción, y que suceden una vez cada dos años. Hernández recuerda particularmente la misión de 1998 a Escandinavia, donde visitaron Copenhague, Oslo y Estocolmo, y tuvieron la oportunidad de reunirse “con grandes oficinas de arquitectura. Nos dimos cuenta que iban bastante avanzados con los edificios de mediana altura en madera”. La misión de octubre de este año, suspendida hasta el momento por  “la crisis social, procesos políticos, frenazos de la economía y el coronavirus, contemplaba Seattle, San Francisco y Vancouver”, explica Hernández. “El realismo se impone en los tiempos, pero los objetivos no los vamos a cambiar”, afirma.

Ignacio Hernández / Impronta

─ ¿Cuándo fue la primera vez que trabajó con la madera?

─Mi primer proyecto fue íntegramente en madera. Un conjunto de casas de veraneo en la ribera norte del Lago Colbún. Mi cliente era un maderero que tenía barracas. Eran casas de dos pisos, de 160 metros cuadrados cada una en una pendiente. Fue en 1985. Esas casas están muy bien paradas y estoy muy orgulloso porque son contemporáneas hasta la fecha.

─Dada la época, ¿hubo alguna complejidad para trabajar con este material?

─La verdad es que como arquitecto uno no tiene ningún prejuicio con ningún material. En la academia uno estudia diversos materiales y la madera siempre ha tenido un lugar privilegiado. No fue un desafío rupturista porque era una vivienda, pero si hubiese sido un edificio de mediana altura probablemente sí. Porque ni la ingeniería en esos años contaba con la expertise para hacerlo.

─El 2020 se ha declarado el año de madera desde AOA, ¿a qué razones se debe dicha tendencia?

─Primero, porque este segundo semestre Chile será sede de la WCTE 2020, un lugar privilegiado donde concurrirán las grandes firmas de ingeniería y arquitectura, proveedores industriales, la academia, expertos, etc. Chile posee una industria maderera muy desarrollada, pero la construcción sigue siendo baja. Aprovechando esa circunstancia, en la AOA tenemos el desafío de incorporar la madera y promover su uso. Además, las misiones tecnológicas han ayudado a visualizar que la madera es un tema potente.

─ ¿Algún lugar que hayan visto con especial énfasis el uso de la madera?

Canadá, gran productor de madera, estableció como política reducir el déficit habitacional. Lo eliminó, de hecho, en vivienda social. Y tomó en política hacerlo en madera. Desde el punto de vista térmico es mucho más eficiente que otros materiales: es renovable, sustentable y consume carbono durante su crecimiento. También nos hemos fijado que la industria maderera está requiriendo refuerzos.

Revista de la Asociación de Oficinas de Arquitectura / Archdaily

─¿Cuáles son los temas que quieren abordar este año en la revista de la AOA?

─Normalmente se publican tres números al año, pero en 2020 nos enfocaremos en un súper número. Es una revista que exhibe con una curatoría muy exigente, obra de nuestros asociados. Tiene un trabajo de investigación que es la arquitectura moderna en Chile. Y también aborda la de otros países latinoamericanos como Uruguay, Venezuela, Brasil y Argentina. Se publica la obra de los asociados, entrevistas a colegas internacionales que nos visitan, concursos, etc. Y la madera: también esperamos que sea un componente importante de ese número.

─En noviembre de 2018 usted expuso en Construye 2025 sobre “la prevención de residuos en la construcción durante la etapa de diseño”. ¿Qué rol juega la madera?

─Construye 2025 tiene como objetivo mejorar la productividad. La industria de la construcción es la más rezagada versus a la automotriz o agricultura, que gracias a la tecnología cuentan con menor intervención humana. Se requiere automatización y teletrabajo en la dirección de una obra. La madera tiene un gran papel y ejemplo de ello es el CLT. La mejor manera de administrar residuos es evitar producirlos. Como representante de AOA lo que me ha tocado hacer es incentivar a que los arquitectos, así como definen desde el inicio cuál va a ser la estructura del edificio, que también lo hagan con el sistema constructivo. Ese es como el salto que viene. Se va a imponer, porque en el caso de un vecindario, ya no se puede soportar una obra contaminante y ruidosa.

─¿Qué acciones concretas han tomado como AOA respecto a la masificación del uso de la madera?

─Realizamos seminarios y capacitaciones al interior de nuestra sede para nuestros asociados y público en general. Un proyecto que se expuso fue el edificio de CMPC en Los Ángeles, de Izquierdo y Lehmann. Esa clase magistral estuvo en esa dirección: que los colegas nos compartamos el conocimiento que tenemos. Además de las misiones, charlas y reuniones con la Corma, también ha habido conversaciones con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo. AOA patrocinó y difundió ampliamente el proyecto icónico de Rancagua, por ejemplo.

Construcción con CLT / Katus

─La planificación urbana es un desafío en Santiago y en las grandes ciudades de Chile, ¿qué rol juega la arquitectura en lograr ciudades armónicamente funcionales?

─La arquitectura y el urbanismo son importantes para las grandes ciudades, las pequeñas, y para el sector rural también. Lo que buscamos desde AOA es potenciar la preocupación por el urbanismo. El 90% de la población chilena vive en una zona urbana o mixta. AOA desde 2018 es miembro del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, una instancia donde podemos incorporar nuestra visión.  Hay un problema de segregación y la ciudad debe mejorar en ese aspecto. La arquitectura social ha mejorado en estándares, en tamaño, en la cobertura de transporte, pero se requiere más. Por otro lado, en la calidad del espacio público también hay un déficit importante.

─¿Cómo sería entonces un espacio de calidad?

─La calidad de la arquitectura es la que define la calidad los bordes de ese espacio público: las calles, las plazas, los lugares por donde circulamos y la mixtura de usos, es decir, que el comercio y la educación estén cerca. Hoy en día las personas se desplazan dos o tres comunas para trabajar o estudiar y se ha perdido el sentido de barrio, de pertenencia. Esa debiese ser una visión de Estado que incorpore la opinión de arquitectos urbanistas.

─¿Qué cualidades o habilidades debe desarrollar un arquitecto/a para ser un buen profesional?

─Primero, tener una formación sólida. Tener una vocación, porque la arquitectura es muy vocacional, es una profesión dura, que frustra, donde se tarda en alcanzar la plenitud o autonomía laboral. Y rigor. La arquitectura es una disciplina con una componente plástica, espacial y de diseño importante. Pero esa dimensión debe estar acompañada de un ámbito cartesiano, ingenieril, que entienda e incorpore las estructuras porque son parte del diseño. También como la tecnología, información y eficiencia energética. Un arquitecto debe estar musculando siempre en el proceso de diseño.


Escrito por Diego Zúñiga
Fotografía principal cortesía de Diego Zúñiga
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