Bibliotecas en madera: construcciones sustentables a favor de la lectura, el conocimiento y la cultura

_PORTADA Obra-Biblioteca-Constitucion-2-1

4 de Abril, 2022

Como opción constructiva, la madera brinda beneficios estructurales, acústicos y cognitivos. Algo que han sabido los arquitectos y constructores a la hora de escogerla para elaborar bibliotecas: espacios fundamentales para promover la cultura y el conocimiento en las comunidades. En este reportaje se reúnen distintos ejemplos chilenos e internacionales, donde la elección del material fue determinante para cumplir estos objetivos sociales.

La necesidad de traspasar y adquirir conocimientos por medio de la escritura es una de las habilidades que nos distinguen del resto de las especies. Y a lo largo de la historia, los libros han sido albergados, resguardados y consultados en bibliotecas, pues sus contenidos abren mentes, crean caminos y hasta cambian paradigmas. 

Hay unas 2,6 millones de bibliotecas en el mundo, según Library Map of the World, siendo Asia y Europa los continentes con mayor cantidad. Hoy el espacio puede ser hermoso e icónico, abierto y aprovechado por la comunidad, y al mismo tiempo respetuoso con el medio ambiente. A continuación, podrás conocer algunos de los mejores y más innovadores diseños madereros de bibliotecas extranjeras y nacionales.

Biblioteca Tingbjerg

La estrechez, verticalidad y su fachada en madera destacan en esta biblioteca danesa / Agencias

El estudio COBE, con sede en Copenhague (Dinamarca) realizó esta biblioteca y centro comunitario con forma de cuña en Tingbjerg, la cual se completó como una extensión de una escuela vecina, unificando así a la comunidad del vecindario. El objetivo era crear un nuevo atractivo para la ciudad, que cuidara su entorno y contexto residencial, y que al mismo tiempo fomentara una fuerte identidad propia. La estrechez y verticalidad de la Biblioteca Tingbjerg, como su fachada envuelta en listones ultrafinos, garantizan una fuerte identidad visual.  

Con un techo en ángulo exagerado que desciende hacia la entrada de la escuela, el armazón busca evolucionar el tejido arquitectónico modernista de la región. “La fachada parece un edificio al revés que muestra sus múltiples actividades a los alrededores. La arquitectura pretende ser una invitación abierta para que la gente entre, mientras que al mismo tiempo, promueve la seguridad en el área y también desarrolla el carácter único de Tingbjerg”, señaló el fundador de COBE. 

Biblioteca Central de Calgary

La biblioteca canadiense está forrada casi en su totalidad con listones de madera de cicuta / Agencias

La Biblioteca Central de Calgary ofrece un hogar para la gran colección literaria de la ciudad canadiense, al igual que un espacio para eventos programados. Ubicada en un área cultural en crecimiento, que incluye teatros, galerías y el Centro Nacional de Música, sus 22.300 m2 evocan un chinook. Un fenómeno atmosférico natural de la región que resulta en formaciones de nubes arqueadas. Revestido con cedro rojo occidental doblado al vapor, el arco se curva en múltiples direcciones sobre la entrada del edificio. 

Esta creación de Snøhetta junto al estudio local Dialog fue inaugurada el 1 de noviembre de 2018. Rampas en su interior permiten que los trenes entren por un túnel y descienden a medida que pasan debajo de la estructura. Desde la entrada, los visitantes llegan a un enorme atrio skylit en el centro del edificio, con la forma de una canoa, forrado casi en su totalidad con listones de madera de cicuta. Cubriendo paredes, escaleras y balaustradas hasta el techo, el material proporciona una estética cálida que ayuda a controlar la acústica.

Microbiblioteca Kawak Kayu

Esta estructura de Indonesia fue diseñada bajo parámetro climáticos pasivos / Agencias

En una pequeña plaza pública en Semarang (Indonesia) está ubicada la Microbiblioteca Kawak Kayu. La última de una serie de microbibliotecas que fueron construidas para aumentar el interés por la lectura, mediante diseños y materiales amigables con el medio ambiente, con el objetivo de servir a los vecinos de bajos ingresos. De 182 m2, fue finalizada el 2020 por los arquitectos de SHAU Indonesia, bajo parámetros de diseño climático pasivo; no se utiliza aire acondicionado y se permite la entrada de la luz del sol para leer, por lo que se ahorra energía al no ocupar artificial. 

Este proyecto, construido casi en su totalidad con productos de madera con certificación FSC, se convirtió rápidamente en un espacio social, comunitario y multifuncional. Fue previamente investigado y prefabricado por PT. Kayu Lapis Indonesia, siendo a la vez producto de una colaboración entre la comunidad, el sector privado y el gobierno. Anillos de árboles, escaleras y columpios de madera son parte de los múltiples atractivos del lugar, que invitan a leer de forma atractiva. 

Biblioteca Municipal de Constitución

La obra fue prefabricada en base a vigas y pilares laminados de pino / Agencias

La Biblioteca Municipal de Constitución, del arquitecto Sebastián Irarrázaval, tiene una superficie construida de 350 mt2 que a través de tres grandes vitrinas, invita a mirar los nuevos libros desde afuera, para luego desde adentro acompañar la lectura junto al paisaje de la Plaza de Armas. El material escogido no fue casualidad, pues la ciudad se sitúa en uno de los polos de la actividad maderera nacional como es la Región del Maule, permitiendo que su estructura fuese de calidad y realizada por carpinteros locales altamente calificados. 

Construida el año 2015, fue parte del Plan de Reconstrucción Sustentable (PRES) y destinada a reconstruir la ciudad de Constitución luego del terremoto y tsunami de 2010. La obra prefabricada en base a vigas y pilares laminados de pino, se eleva un metro sesenta sobre el nivel de la calle y su fachada es organizada por sus usuarios, generando una iluminación propicia para la lectura a través de tres naves reticuladas de madera que filtran la luz.

Biblioteca de Curarrehue

Su sistema estructural es en base a madera de roble laminada / Agencias

En junio de 2018 comenzó esta obra que puso fin a una carencia cultural y cívica en Curarrehue (Región de la Araucanía). Hasta ese entonces, sus siete mil habitantes vivieron sin una biblioteca, y gracias a un proyecto arquitectónico impulsado por el Ministerio de Obras Públicas, hoy cuentan con este espacio de aprendizaje, memoria local y respeto intercultural. Este proyecto contó con la participación ciudadana, pues hubo solicitudes que entre vieron el arraigo de la comunidad a la cosmovisión mapuche. 

Emulando a una ruca, la Biblioteca de Curarrehue considera una superficie de 374 m2, con una geometría cilíndrica que incluye un área de acceso y distribución, sala multiuso, zona de lectura, infocentro, servicios higiénicos y zona de descanso. Conformada por un sistema estructural en base a madera de roble laminada, su previa proyección permitió la previsualización de la iluminación, los posibles problemas y las mejoras. Las piezas de madera laminada de roble utilizadas se mezclan con un revestimiento en los interiores, que es de pino contrachapado. 

Biblioteca Universidad de Aysén

Vigas laminadas de lenga aportan en su estructura y luminosidad / Agencias

La propuesta para la Biblioteca de la Universidad de Aysén, de los arquitectos Verónica Arcos, Alejandro Soffia, Alain Morizon y Carlos Nercasseau, planteó su ubicación en el contexto rural del campus, como un nuevo edificio que pudiese dialogar con su entorno natural y artificial. Por esto, el proyecto contempló un edificio con techo a dos aguas, con el claro referente de los galpones de madera del sur. Pieza arquitectónica arraigada tanto en el paisaje como en la memoria colectiva local. Su sistema constructivo puso como protagonista a la madera, dejando la estructura completamente a la vista.

El material fue cubierto con una envolvente de vidrio doble y triple, generando un espacio protegido y seco. Y al ser traslúcida, la iluminación nocturna la hace parecer una gran lámpara. El diseño utiliza la estructura de encastillado para secado de madera, como operación material y constructiva a reinterpretar. Su utilización genera una gran porosidad, permitiendo la absorción del sonido para que la acústica de la sala no tenga eco, algo imprescindible para el ambiente esperado en una biblioteca. Y para ampliar un grado más su escala, las vigas laminadas de lenga ofrecen luces más largas y mayor resistencia estructural. 

Biblioteca Campus Miraflores

La obra fue la primera a nivel nacional en aplicar una versión termotratada para su revestimiento en madera  / Agencias

Con una superficie construida de 1.000 m2, la Biblioteca Campus Miraflores de la Universidad Austral de Chile es una propuesta de innovación sobre las aplicaciones tradicionales de los revestimientos en madera, pues fue la primera a nivel nacional en aplicar una versión termotratada para el exterior. Es así como esta obra, de los arquitectos Cristian Valderrama y Eric Arentsen, trabaja en pos del control lumínico y la absorción del sonido, logrando la atmósfera adecuada para el estudio, la lectura y el conocimiento. 

Al ingresar a la biblioteca, se encuentra una plataforma orientada al bosque, con mínimas divisiones internas realizadas en materiales traslúcidos y con un cielo de madera que se articula para crear distintas calidades de luz. Es un referente que promueve un nuevo uso del material en el país y que se adecúa a su entorno natural, en una región donde los fríos paisajes y extensos bosques son un panorama acogedor e inspirador.


Escrito por Catalina Evans Amador
Fotografía principal cortesía Agencias

Ver más sobre: 

Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
Compartir en LinkedIn
Compartir en Pinterest
Compartir en correo
Traducir »