21 de Julio, 2022
Al referirnos a la Región Metropolitana, teniendo en cuenta la creciente demanda automotriz y la alta concentración de proyectos constructivos de los últimos años, es común que las primeras imágenes que se vengan a la cabeza sean de contaminación y de edificios por doquier.
Llevándolo a la industria de la construcción, el hecho de optar por la utilización de la madera para llevar a cabo proyectos es una gran noticia. Principalmente, si se tiene claro que nuestra capital, aparte del necesario progreso e innovación en técnicas y en materias primas, necesita más “pulmones habitacionales” que marquen pauta y tendencia de cara al futuro. A continuación, una mirada extendida a ciertas obras que, de forma gradual, dan cuenta de las múltiples ventajas que significa la utilización de la madera en una ciudad como Santiago.
Si bien es cierto que el hormigón marca la tendencia al referirnos a proyectos habitacionales, son varias las propuestas en madera que se han desarrollado hoy en día en Las Condes, Chicureo y Lo Barnechea, que muestran la vigencia y valor de esta materia prima mediante conjuntos de vivienda y casas particulares.
En el primer caso, se realizaron dos proyectos inmobiliarios —uno de cinco casas en la calle Alcántara y otro de ocho en la calle San Crescente— desarrollados por la empresa Izquierdo Lehmann. Éstos, según señalaron desde la misma constructora, eran seguramente las primeras casas de madera en densidad. Es decir, rodeadas de edificios, dando la sensación de aislamiento.
Dentro de sus beneficios, y dado que la madera llega a la obra ya mecanizada, con todos los calados y hoyos hechos, es que se pueden manejar mucho mejor los tiempos de construcción. Y aunque no podría decirse que es considerablemente más rápido que otras alternativas, tampoco es más lento, lo que también es un punto importante a considerar. Lo que sí es indiscutible es que su levantamiento es más silencioso, pues los materiales ya vienen aserrados desde la fábrica. Además, la madera fue un atributo altamente valorado por los compradores, tanto por la sensación táctil del material, como por su atributo ecológico.
Como característica, en el caso del Conjunto Alcántara, la estructura de madera laminada se compone por una modulación continua a 77 cm, con sus montantes expuestos al exterior en el segundo piso. Hacia los deslindes, éstos enmarcan las ventanas de los dormitorios, impidiendo la vista al patio vecino. Aquello en su minuto, y sumado a las particularidades ya descritas, conllevó a que, en ambos casos, no costara vender las casas y que, incluso, hubiera más inversionistas interesados.
Respecto a Chicureo, encontramos la Casa Triatletas, la cual debe su nombre a que sus propietarios dedican gran parte de su tiempo a la práctica de triatlones. Como obra, en 428 m2 construidos, presenta varias innovaciones en madera, como por ejemplo su sistema de cerchas, sus uniones y su sistema de tabiquería. Eso, sin contar la modularidad, la cual toma un rol fundamental en la eficiencia del costo y cantidad de materiales empleados en su desarrollo.
En ese sentido, se podría decir que la elección de este elemento guarda relación con una búsqueda de diseño acorde a los tiempos, acercándose a la prefabricación desde una buena arquitectura y resguardando su mantención con Cutek, así protegiéndola contra incendios y dándole una terminación más homogénea a la superficie .
Por último en Lo Barnechea, a los pies del cerro Manquehue, la Casa Esmeralda tiene un fuselaje de madera que se levanta del suelo a través de pilares de concreto inclinados que representan la imagen de un bosque, permitiendo que el paisaje pase por debajo de lo edificado y cree un espacio exterior cubierto desde donde mirar hacia la montaña.
De esta manera, en un área de 528 m2 e inspirada en la casa romana tradicional, se plantea como una planta cuadrada regular, con un vacío central en torno al cual se circula y que, a su vez, cumple la condición de otorgar luz natural y ventilación pasiva a la vivienda.
Una de las conclusiones importantes que ha ido dejando la pandemia es, sin duda, la importancia de contar con un espacio adecuado y confortable al momento de trabajar. Ya sea vía online o de manera presencial, la comodidad y el ambiente para realizar las ocupaciones han cobrado una preponderancia que, quizás, antes no era tan valorada. Para tales fines, la madera asoma como materialidad ideal, pues aparte de generar lugares más acogedores, está comprobado que favorece la concentración y que, a fin de cuentas, ayuda a que cunda mucho más aquello que se realiza.
Guiándonos por lo anterior, nos encontramos con Bip Computers, un edificio de oficinas en la comuna de Providencia que se levanta entre dos casas contiguas, las cuales fueron refaccionadas y que no están protegidas por alguna ley de conservación histórica. Así, con el objetivo de dar un valor económico a una construcción de tres pisos, se decidió levantar una estructura de madera laminada, evitando una contraproducente demolición con la venta del sitio.
Del mismo modo, esta materialidad ofrece la operación ineludible de desarmar para poder levantar todo en otro lugar, sumándose a las ventajas que se incorporaron al diseño de la estructura, tal como la elección de una misma sección de viga recta para todo el edificio, lo que permitió laminar la madera con mayor velocidad.
Otra de las obras destacadas de esta naturaleza es el proyecto de oficinas E2E, el cual, en Maipú y en medio de una antigua fábrica de materiales de construcción, propuso reciclar un antiguo galpón y demoler el resto, con el objetivo de aumentar las áreas verdes y ubicar las nuevas oficinas junto a un grupo de árboles ya existentes.
De esta forma, a partir de una planta regular, se desarrolla una estructura de madera laminada basada en un sistema de marcos arriostrados y diafragma rígido de CLT, la que actúa solidariamente con vigas en artesonado a modo de losa colaborante. En definitiva, la solución integral de madera se deja expuesta hacia el interior, mientras que por el exterior se combina una envolvente de vidrio —que aprovecha los pilares como montantes— y una fachada ventilada con placas de fibrocemento y celosías, del mismo material delante de los servicios. Como dato, debido a su destacada arquitectura, la propuesta obtuvo una mención honrosa en la Semana de la Madera 2020.
Podría decirse que la madera es un material ecléctico. Sus numerosos usos —como utensilios, artefactos, adornos, esculturas y construcciones— demuestran que, con una buena idea, ésta puede ser utilizada para múltiples finalidades.
A modo de muestra, las caballerizas MSSporthorses ubicadas en La Dehesa usan la madera laminada, a excepción de su cielo que está revestido en tablas de pino “clear” seleccionado, para hacer realidad un proyecto eficiente y de gran atractivo visual. Para ello, toda la estructura y cerramientos fueron prefabricados y mecanizados computacionalmente en una planta en Los Ángeles, permitiendo elaborar la compleja geometría de su armado y armarlo en terreno en 45 días.
Esencialmente, hablamos de un establo para 14 caballos de salto de 550 m2, dotado de una gran abertura que recorre todo el largo de la caballeriza y que controla gran cantidad de luz natural al interior. Así, el espacio más iluminado está en el centro y, en los extremos, se encuentran las pesebreras. En cuanto a las superficies curvadas del cielo de madera, éstas evitan el contraluz que, sumado al doble vidrio blanco de la lucarna, generan un espacio luminoso y sin contrastes.
Siguiendo la misma temática, el granero El Tranque, ubicado en la comuna de Padre Hurtado, aplicó una estrategia de diseño orientada a mantener el pasto en óptimas condiciones de guardado, enfocándose en la ventilación, control del asoleamiento y reducción de la humedad. Para eso, se impuso la condición de resolver la nave con piezas de pino radiata disponibles en el mercado, utilizando su largo completo y procurando lograr la menor pérdida posible de material.
Deteniéndose en la nave misma, ésta se posa sobre un basamento de planta rectangular de 100 m2 que cumple tres funciones: alejar la madera de la humedad del suelo, mantener seco el espacio interior y facilitar la labor de carga y descarga de camiones o colosos que diariamente van a dejar o a buscar fardos. Sobre el mencionado basamento se fijaron pies derechos que conforman la estructura perimetral del galpón, dispuestos por fuera para optimizar el espacio interior y logrando muros continuos que facilitan el guardado.
Del mismo modo, y ya refiriéndonos a un contexto enfocado en lo educacional, el jardín infantil “Bambú” de Las Condes fue erigido tras la búsqueda de un sistema constructivo que permitiera reducir los tiempos en obra. Los resultados saltaron a la vista: un montaje de 520 m2 de superficie, realizado en un tiempo récord de 40 días y sin ningún tipo de pérdida de material.
En específico, el recinto es una obra hecha casi en su totalidad en madera, compuesto de una serie de volúmenes dispuestos a un vacío central y comunicados por dos corredores paralelos que flanquean dicho vacío. El principal de ellos, de dos pisos, vincula desde el hall hasta la biblioteca del recinto, como también al resto de los espacios comunes acogidos por las afabilidades madereras.
Por último, adentrándonos en, quizás, uno de los proyectos más ambiciosos a nivel nacional que involucran la madera, se encuentra la remodelación y modernización del Estadio San Carlos de Apoquindo de la UC. Para ello, uno de los requisitos y particularidades del proceso, era construir un espacio que, además de cumplir con todos los altísimos estándares propuestos, fuera sustentable y respetuoso con el medio ambiente, siendo esta materia prima la opción más idónea. ¿Las razones? Su adaptación con el entorno, su cualidad sustentable, su baja huella de carbono y su origen natural.
De esta manera, la arquitectura del proyecto tomó como suyos todos estos elementos, tratando de dar respuestas a los mismos mediante la utilización de la madera como uno de los principales insumos para, así, completar la integración armónica con su emplazamiento. Más en específico, ésta será utilizada como elemento central de la fachada y en la estructura de la cubierta, estableciendo un diálogo entre lo tectónico y lo ligero y siendo un recurso sostenible alineado orgánicamente con todo el planteamiento de la modernización del recinto.
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